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Falange Montañesa

PARRANDA EN EL SARDINERO Y NO SE ESPERA COMUNICADO

PARRANDA EN EL SARDINERO Y NO SE ESPERA COMUNICADO

Avanza el verano, al mercadillo le sucede el mercado, al mercado los puestos ambulantes y a los puestos las casetas. Pero todo en perfecta armonía, uno mira la parroquia y sólo se ven elementos encuadrables en la categoría de “chancleteros”, ya saben, chancla, bermuda-bañador y camiseta, y  los más atrevidos, gafas de sol. La calidad del turismo es inversamente proporcional al número de mochileros y bancos de parque convertidos en mesas improvisadas con sus fiambreras, tetrabrik y papel aluminio. Ciudad chabacana para turismo chabacano. Dicen las malas lenguas que Iker Jiménez ha estado en la ciudad estudiando unos enormes círculos de hierba quemada en el parque de Mesones por si pudieran constituir la prueba palpable del aterrizaje de ovnis en el mismísimo Santander. Afortunadamente, antes de hacer el ridículo, el friki televisivo fue informado por algún parroquiano de que no, de que los círculos de hierba quemada se debían a que a nuestro portentoso equipo municipal no se le había ocurrido otra cosa que instalar un circo en dicho parque al estar el resto de la zona un poco saturada y, ya se sabe lo que le pasa a la hierba cuando no cata sol durante dos o tres semanas. Eso sí, mañana si le pillan allí dando una patadita al balón con su hijo le pueden empapelar. Por si acaso, según ellos, es lo más in, lo que se lleva en ciudades como Viena o Colonia. Por qué será que siempre copian de Europa las mayores payasadas.

Un paseo por El Sardinero…se hace difícil a veces, porque caminar por las aceras ocupadas por vehículos no siempre es fácil. Se hace difícil encontrar una línea amarilla porque todas están cubiertas, no se respetan ni zonas verdes ni pasos de cebra con lo que parece ser permisividad, dejadez o lo que sea por parte de la autoridad competente o no. Ello lleva a que la gente se acostumbre a la impunidad, yo he visto a las once de la mañana un coche con su parasol en la luna delantera, con las ruedas anteriores sobre la acera y las traseras sobre un paso de cebra y así  seguía tres horas después. También se han podido ver controles de la Policía Municipal en plena Avenida de Pontejos, junto al parque de los ovnis, molestando a conductores mientras estaban rodeados de decenas o cientos de vehículos mal estacionados con total impunidad.

Se nos debe quedar una cara de tontos cuando pasado el verano nos endilgan 90, 200 o los euros que se tercien por cualquier menudencia que es para pensárselo mucho. Y es que Santander de “Smart” poco por mucho que se empeñe el lamentable alcalde De la Serna. Enfilando el fin del verano nos queda esa gran experiencia multicultural, multiétnica y multinosequé de la Feria de las Naciones, la guinda del pastel de las astracanadas del equipo municipal del PP, que se va repitiendo año tras año sin variaciones lo que lo hará morir por consunción en próximos estíos con seguridad. El último o penúltimo cartucho municipal para sacarles los cuartos que pudieran quedarles a los santanderinos ocupa a coste cero el parking del campo de fútbol durante casi un mes para que alguno haga verdaderamente el agosto. Para Iñigo de la Serna la Feria de las Naciones es el no va más de la cultura, como si el siempre deleznable Javier Gurruchaga estuviera a la altura de Alfredo Kraus o comerse una costilla asada en el stand de EEUU, atendido por amables paisanos de Cueto, mereciera más que procurar traer exposiciones de calidad al Museo de Bellas Artes. Todo es consecuencia del “conceto” de cultura del equipo popular que está más por la rojez,  por la calle Sol, por considerar arte a Maribel Verdú echando otro polvo en otra de sus subvencionadas películas, por el ya demostrado cuento de la interculturalidad que no es otra cosa que aculturalidad. Pensar que bachata y merengue, samba y  mojitos tienen algo que ver con la cultura es como creer que el Centro Botín creará 600 puestos de trabajo cuando entre en funcionamiento.

Y aquí viene el comunicado, o mejor el no comunicado. Se dice que el verano español no es verano hasta que una señora ya entrada en años posa en bikini para las revistas del corazón, pues en Santander esto ocurre con la primavera, que no es tal hasta que la asociación que dice defender los intereses de Cantabria no saca su comunicado tradicional contra la celebración de la Feria de Abril que los hosteleros, quién si no, han puesto de moda. A ADIC le molestan los farolillos y los lunares, los faralaes y los finos, lo considerado “tipical spanish” para entendernos, y no dudan en copiar y pegar, cambiando la fecha,  la plasmación escrita de su bilis. Pero no esperéis que la promoción de las músicas de Hispanoamérica o África durante un mes les abra las carnes, les hiera la sensibilidad o les rasgue las vestiduras del mismo modo que no parece que les molesten los mariachis en las fiestas populares de los pueblos; pero no hay invierno que no acabe en primavera y los cantabrufos despertarán de su letargo, más largo este año por la falta de subvenciones, y declararán la yihad contra la peineta y el volante.

 

2 comentarios

sertorio -

De acuerdo con todo lo anteriormente escrito.A excepcion de la linea sobre los amables paisanos de cueto,puesto que el adjetivo hacia la persona que dirige ese stand que por cierto no es el de EE.UU. sino el de cantabria es otro.Amable no es la persona que a sus empleados,con la connivencia del ayuntamiento y la direccion de dicha feria,les hace trabajar de 10 a 12 horas y les asegura tan solo 2 horas.El calificativo de esa persona es el que todos sabemos en España puesto que a diario lo vemos en la television y lo leemos en los periodicos,es un sinverguenza.

Jose Antonio Garcia -

Chapo