EL NUEVO CAMPEON DEL MUNDO DE LOS TONTOS ES DE GIJON
Luis Espina ha conseguido, no sin esfuerzo pero con mucho mérito, el galardón de tonto retonto del año. El patán, la cara es el espejo del alma, es portavoz de los comunistas camuflados del Ayuntamiento de Gijón, los mismos comunistas que expulsaron a Carrillo después de uno de sus célebres bandazos. Pues el gañán viene a decir más o menos que todo aquel que se haya alegrado o como mínimo no haya mostrado sus condolencias por la muerte del mayor genocida de la historia de España tiene que ser fusilado sin juicio al amanecer y que sobre Carrillo no opina ni Dios, bueno, ése menos.
Ha dicho el Arzobispo de Oviedo en Twitter, hay que joderse cómo está la Iglesia, que “Una vida inmisericorde se encuentra con Dios misericordioso. RIP Carrillo, y que intercedan por él los que por él fueron mártires de Cristo”. Como es habitual en la curia, aséptico, moderado y con “buen rollito”.
Pues no, a Espina se le han encogido las entrañas, espumarajos, bilis y esputos han sido esparcidos a su alrededor. Con el estómago contraído y transido de ira ha acertado a decir algo así como que el cura no debe hablar de aspectos terrenales, que para eso está él como representante de la caterva de hijos de puta que le han votado. Que digo yo que esto de la muerte y la intercesión de las víctimas por el alma del canalla poco tiene que ver con lo terrenal, faceta que en los comunistas se ha reducido a llenarle a Dios el cielo de almas antes de tiempo. Dice que el cura debe olvidarse de cruzadas y mártires y hay que estar de acuerdo porque sólo ellos tienen derecho a remover huesos para ganar dinero.
Este fulano, que no ha pedido la dimisión de su colega chorizo de supermercado, pide dimisiones por una broma como que deberían hacerse tres días de fiesta nacional como celebración de tan magno acontecimiento. El tal Espina, tonto entre los tontos, es la prueba palpable de que si un indocumentado así llega a ser “representante de la ciudadanía”, entonces la “ciudadanía” no merece tener representantes.
Carrillo fue un genocida y quien lo defienda o exalte es un malnacido que en el fondo y en la forma aprueba lo que aquel hijo de perra hizo y me parece bien mientras dejen ya de hacerse las víctimas, de dar lecciones morales y de mentir hasta cuando no lo necesitan. Que la jarcia política nombrara al monstruo hijo predilecto de Gijón da la medida de en manos de quién estamos, de en manos de quién nos pone “la ciudadanía”. Esperemos que Solares tenga más respeto a este padre o esta madre, Gijón se entiende, que el que tuvo por el suyo de verdad.
Si el PP fuese no ya un partido digno, que no lo es, sino consecuente, presentaría una iniciativa el mismo día que el tonto de Espina presente la suya sobre la condena de los asesinatos de Paracuellos del Jarama y sus responsables y cada cual, a retratarse.
Aquí queda el enlace de la noticia donde se retrata este bufón de la corte, el que se retrata con banderas anticonstitucionales que representan la muerte, el crimen indiscriminado y el latrocinio sin vergüenza.
http://www.elcomercio.es/v/20120922/politica/pide-arzobispo-oviedo-inmiscuya-20120922.html
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