LA SOLUCIÓN ANTE EL PROBLEMA DEL SEPARATISMO ( 2º PARTE )
2. ¿Quiénes son realmente los responsables?
Los responsables de este monumental y trágico disparate son, por este orden:
La Monarquía de Juan Carlos I
Los partidos políticos parlamentarios no nacionalistas.
Los grandes medios de comunicación.
Las Fuerzas Armadas.
El suegro de Letizia, que debería ser garante de la Unidad de España, resulta evidente a estas alturas , que sólo quiere garantizar que la dinastía no vuelva a perder el empleo, aunque sea a costa de reinar sobre un territorio menguado resultante de la amputación de diferentes regiones españolas. Sus silencios ante los reiterados ataques a la Unidad de España son estruendosos.
Los grandes partidos mal llamado nacionales por no haber sabido ni querido anteponer sus diferencias para hacer frente al chantaje de los partidos nacionalistas. La responsabilidad de estos últimos es evidente pero hasta cierto punto lógica. Son organizaciones antiespañolas y, en consecuencia, en tanto se les permite actúan coherentemente con su doctrina. El problema no radica tanto en la execrable política de los nacionalistas como en la inexplicable ceguera del PP y del PSOE. Este último, desde la llegada de Rodríguez Zapatero, está pasando de la irresponsabilidad a la complicidad.
Los periodistas, casi en su totalidad, han contribuido decisivamente a difundir la consigna deque se puede convivir con los nacionalistas en paz y armonía. Las voces criticas han sido minoritarias y siempre han permanecido al margen de la TV, el principal (y en muchos casos único), medio de información para millones de españoles.
Las Fuerzas Armadas, por que sus compromiso con la defensa de la Soberanía y de la Unidad de España es anterior y superior a cualquier otro y porque, sin necesidad de salir a la calle, con una única pero serena advertencia hace tiempo a los responsables políticos de la Nación, podrían haber evitado este esperpento. A lo mejor cuando lo quieran hacer, es tarde.
3. ¿Es posible una solución definitiva, no un mero parche, al permanente desafío nacionalista?
La Falange opina que aún estamos a tiempo de solucionar definitivamente, de una vez para siempre, el desafío antiespañol de las organizaciones nacionalistas. Para ello sólo hace falta voluntad y valor. Encerrar bajo llave complejos infundados y actuar desde la ley pero implacablemente contra los enemigos de una convivencia que dura siglos. En concreto, es imprescindible:
reformar la ley electoral en perjuicio de los partidos nacionalistas para evitar que obtengan a nivel nacional la representación parlamentaria que les permite habitualmente resultar decisivos para la investidura presidencial.
reformar el código penal para que se pueda declarar ilegal a cualquier formación política que se declara abiertamente separatista, soberanista o partidaria de la autodeterminación.
reformar la constitución para suprimir del artículo 2º del Titulo Preliminar la referencia a las “nacionalidades”.
recuperar para el estado central las competencias ya transferidas de educación y orden publico con la inmediata supresión de todas las políticas autonómicas.
Suspender indefinidamente y por vía expeditiva las autonomías cuyas instituciones discriminen a las castellanohablantes, no otorguen a los símbolos nacionales – bandera u himno – la misma dignidad que a los de su comunidad o hagan declaraciones públicas a favor de la autodeterminación.
En definitiva, creemos que los españoles de bien se deben concienciar que este sistema y sus principales instituciones han estado realizando durante décadas un irresponsable y suicida juego y que en consecuencia deben exigirles un radical cambio de rumbo. Es imprescindible que se acabe esta deplorable contemporización con quienes sólo aspiran a destruir nuestra convivencia. Es necesario acabar con los complejos que han permitido llegar a la absurda situación actual, en la que el único patriotismo proscrito de denostado es el español mientras los nacionalistas predican hora tras hora la defensa de falsas identidades y la destrucción de España.
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