LA ONU Y EL REVISIONISMO

Hemos podido ver como  la ONU condenaba cualquier negación del Holocausto aprovechando que el 27 de Enero es el día de conmemoración oficial del Holocausto Judío o "Shoa". No queremos entrar en el debate si de verdad hubo seis millones de judíos muertos o solo hubo 74.000. Es un debate que nosotros si dejamos a los historiadores.

El revisionismo histórico se entiende como un conjunto heterogéneo de obras y autores  que pretenden realizar un análisis histórico alternativo al elaborado por la historiografía académica del sistema imperante. Postulando una revisión crítica al dogma historiográfico que ejerce una persecución inquisitorial y dogmática sobre los investigadores disidentes.

Pierre Guillaume, editor de los Annales d´Historia Révisioniste (AHR), definía claramente lo objetivos del revisionismo:

“El Revisionismo Histórico no es de derechas o de izquierdas, pretende contrastar el discurso histórico de acuerdo con las fuentes verificables. No pretende enunciar la verdad de un hecho o de un acontecimiento pretende verificar su exactitud. Por consiguiente, no quiere proponer la verdad de la historia, pero sí limitarse a la verdad histórica”   

Debemos recordar que P. Guillaume pertenece a un grupo de intelectuales de la izquierda radical francesa agrupados entono a las Éditions la Vieille Taupe.

Ante el estudio de historia que se aleje de la versión oficial nos encontramos con la más vil persecución. No podemos olvidar que “revisionista” se ha tachado a todos los autores que no acepten la historia oficial del sistema político imperante, por poner un ejemplo en España Pió Moa o Cesar Vidal, intentando silenciarlos, difamarlos  para desposeerlos de toda credibilidad ya que no se atienen a los preceptos impuestos por los nuevos inquisidores.

La aprobación de esta condena que traerá otras consecuencias y viene a sumarse a la políticas represoras contra la libertad de pensamiento y estudio que ya se dan en muchos países, el último parece ser Italia, que nos dicen lo que debemos creer, leer e investigar todo ello controlado por lo políticamente correcto.

Pero puesto a recortar y homogeneizar la historia se nos pasa por la cabeza que cuanto tiempo tardar el iluminado que tenemos gobernando España, no me refiero al Borbón, para considerar revisionismo los estudios alternativos sobre el convulso periodo que sufrió España desde 1931 hasta 1975 que no dividen la sociedad entre  “buenos” y “malos”.

1 comentario

[orgullodebricia - 30 de enero de 2007 - 23:54]

Es curioso como con la facilidad que se reniega de los dogmas de la Fe religiosa se establecen dogmas terrenales, con su tribunal inquisitorio para perseguir a quien no "comulgue". El mero hecho de plantear una implacable persecución y castigo a quien niegue un hecho acaecido o no es de por sí nauseabundo; cárcel para aquel que niegue que ayer llovió, sea cierto o no; consagración del delito de pensamiento y opinión, ni las más abyectas dictaduras se han atrevido a tanto. Los investigadores revisionistas plantean unos hechos y los adornan con unas pruebas, ante eso qué cosa más fácil que contraponer otras pruebas, pruebas que no pueden faltar ya que el dogma se supone verdadero. Hasta la fecha, en las escasas ocasiones en que se han enfrentado defensores de las dos partes, la victoria ha sido por goleada para los que no siguen el dogma y por ello se evita en lo sucesivo cualquier exposición conjunta y cualquier debate; a lo mejor los acomodados del dogma en su acomodamiento han perdido los reflejos, porque no seré yo quien dé la razón a los revisionistas, como fiel cumplidor de la Ley y el Dogma.
En cuanto al coflicto español, aprovechando que todavía no hay dogma inquisitorial, decir que los revisionistas no son Pío Moa o Vidal, sino0 los Juliá, Thomas y compañía, ya que la historia del conflicto bélico español fue primeramente estudiado y relatado por gente que como Arrarás, Manuel Aznar o Víctor Ruiz Albéniz, que a pesar de su manifiesta parcialidad no han sido superados todavía en verosimilitud por ninguno de los monos al servicio de la masonería que ahora pululan por ahí garabateando páginas. Y por supuesto están a años luz de historiadores auténticos como los hermanos Salas Larrazábal o el Coronel Martínez Bande, sobre todo porque toda la obra de estos eruditos en la materia ha salido de la vivencia personal y sobre todo del trabajo y estudio continuado por todos los archivos donde está contenida la verdad de los hechos acaecidos; pero claro es más cómodo inventar desde el sofá de casa...