ZANGANOS, PANIAGUADOS Y PENSIONISTAS POR LA CHEKA
La izquierda al natural, en estado puro es la que se ha revelado hace un par de días en el lupanar que es la Complutense de Madrid. La izquierda golpista, anticonstitucional, chekista y filo terrorista no dudó en salir de la trinchera a la orden del jefe, que por otro lado y acompañado de su escudero Pepiño, hace el papel de policía bueno pidiendo respeto para los jueces mientras sus criados representan lo contrario. Los sindicatos chaperos, zánganos vergonzantes, representados por los más zánganos entre los zánganos que forman esa casta repugnante conocida como “liberados”, auténticos parásitos sociales que se pueden dar la mano con los saltimbanquis del cine español, pensionados del gobierno que hacen películas que nadie va a ver, y ellos preocupados. La saña con la que este personal del servicio insulta a los españoles mezclando fascismo con Franco, PP y un sinfín de otros asuntos sin relación, cuando no directamente falsos, repugna a cualquier conciencia medianamente amueblada. Hemos podido ver a un iletrado como Cándido dando lecciones “magistrales” de Historia y Economía, como aquello de que Franco al ilegalizar a la UGT, auténtica banda criminal durante la República y la guerra, sometió al obrero al capitalismo. No merecería la cosa más comentario si no fuese porque dicha afirmación fue jaleada por el rebaño asistente en un templo del saber como es la Universidad, aunque como decíamos al principio, la Complutense no es precisamente una Universidad en el estricto sentido del término.
El Fiscal o ex Fiscal franquista Jiménez Villarejo puso a los integrantes del Supremo a los pies de los caballos tildándoles de torturadores y fauna de diverso pelaje habló de genocidios y otras tonterías como el pintoresco Almodóvar que dio una lección de lucha antifranquista alegando que en sus primeros bodrios no mencionaba a Franco como venganza; pasmoso.
Además de los alardes anticonstitucionales y antidemocráticos en el sentido que ellos usan estas palabras, lo más grave es que esta cuadrilla de facinerosos dejó claro que hay españoles que no tienen derecho a amparo judicial. Para ellos los “fascistas”, o sea desde el PP para allá son exclusivamente candidatos para el saqueo, el “paseo” y el escarnio, como en 1936. Y mientras cinco millones de parados que no asaltan las sedes sindicales y agarran por el cuello al oso de la UGT y al madroño de Comisiones, a los que ya han restituido su pretendido patrimonio sindical por lo menos cuatro veces mientras aspiran a que se vuelva a hacer otras tantas.
Buenas aldabas tiene el cazador Garzón como para que se movilice a toda esta tropa para tapar su incompetencia y lo que es peor, su presunta prevaricación.
Indignados andan también los integrantes de las incontables asociaciones de “desmemoriados” que pululan por toda España ya que el numerito que Garzón pensaba montar con las fosas les habría reportado una lluvia de millones a sumar a la lluvia que ya vienen trincando año tras año, ya que, como es sabido, a estos la crisis no les afecta, al contrario.
Y aquí estamos, los radicales estalinistas hablando de Franco 35 años después de su muerte para tapar sus vergüenzas, su incapacidad y su rapacería. Tanto si Garzón resulta absuelto, como si resulta condenado, en cuyo caso sería prontamente indultado, esperamos con ansiedad que el Juez abra causa contra Francia por los crímenes que dieron paso a la Guerra de la Independencia, contra el pueblo árabe por las muertes que ocasionaron en la invasión de la península y contra Octavio Augusto por la limpieza étnica cometida contra los cántabros, eso sí si se confirma la muerte del General Agripa mediante el correspondiente certificado de defunción. Claro que sacarles manteca a franceses o moros va a ser difícil pero, en este menester, nosotros tenemos verdaderos profesionales, y muy rojos ellos, de un rojo acrisolado.
Por último, como no podía ser de otro modo, se unió a la fiesta ese despojo humano que es la rata de Paracuellos para decir que… sin darnos cuenta están volviendo las dos Españas. El mismo al que el presunto prevaricador dejó de rositas amparándose en las mismas leyes que ahora olvida aplicar. Si vive lo suficiente puede que aún tenga tiempo de dirigir, aunque sea a título de comisario de honor, alguna expedición a la sierra para trasladar presos a Alicante. Al tiempo.
Como hubiera disfrutado Garzón en el simulacro de juicio contra José Antonio donde el “obrero del ramo del agua” Antonio Vázquez Vázquez, miliciano de la CNT en ratos libres, confesó a preguntas del Fiscal, demócrata por supuesto, que había obtenido información sobre la posesión de armas de los hermanos Primo de Rivera en la prisión, así como su identificación y apoyo al Alzamiento Nacional, de un sujeto de nombre Inocencio Feced, que tras ser puesto en libertad fue capturado por los defensores de la libertad y la democracia y después de confesar estas y otras cosas “el individuo se murió”. Ni que decir tiene que el testimonio fue válido y el referido matarife salió de la audiencia por su pie sin ningún cargo en contra. Quién sabe si hoy descansará en una de esas fosas tan buscadas y será rehabilitado y sus descendientes indemnizados.
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