LA GLOBALIZACION

 

Podemos aseverar sin temor a equivocarnos que estamos en un momento de la historia marcado por un proceso llamado Globalización que afecta decisivamente a todas las naciones del planeta e incide ampliamente en varios aspectos de nuestra vida.

Por ello cualquier movimiento político está obligado a definirse ante este hecho y es nuestro objetivo centrarnos en una serie de artículos con los cuales intentaremos clarificar las diversas formas que adopta la Globalización y en las actitudes de oposición que debemos tomar frente a ellas.

Adrián Salbuchi ha definido la globalización como el proyecto que pretende entronizar sobre el mundo un engendro bicéfalo con el neoliberalismo usurero como modelo económico y financiero y el socialismo marxista como mecanismo de control socio-cultural. Nada podía decirse más certero sobre la realidad y nada podía ser más denostado por quienes sabemos que hay una alternativa realmente social, y por supuesto más humana, al pensamiento único que la globalización arrastra consigo.

Los dos sistemas frente a los que el nacionalsindicalismo nació como alternativa nunca han pensado en el hombre como eje de la sociedad. Para el capitalismo jamás dejará de ser mano de obra presa en las fauces de ese capital que nunca ha tenido Patria. Para el marxismo siempre han primado más sus valores materiales que los espirituales. La conjunción de ambos sistemas trae consigo estos lodos que pretenden convencernos que la situación es irreversible y que nada que hagamos podrá sustraernos al estricto control del ojo del Gran Hermano.

Pero nosotros sabemos que no es así. Bajo la superficialidad con que el sistema nos presenta al individuo, consumidor impenitente y “progre” sin más ética que la que le proporcione el ansiado dinero, los falangistas sabemos que existen unos valores que hay que despertar y que la Dignidad, la Solidaridad, la Libertad o la Justicia son imperecederos en el corazón de los hombres y que frente a esta “extraña pareja”, como antes cuando eran enemigos irreconciliables, nosotros somos la alternativa.