CERVANTES Y QUEVEDO QUE ESTAIS EN EL LIMBO
En los últimos días nos hemos podido deleitar en la prensa con diversas noticias sobre la dudosa calidad de nuestra educación y de los no pobres, paupérrimos, niveles de conocimiento de nuestros acémilos y acémilas en edad escolar. Entrar en causas sería una aburrida pérdida de tiempo; todos las tenemos en mente y no hay ni ganas ni tiempo de hacérselo ver a quién todavía esté ciego. Los niños españoles están por debajo de la media europea en casi todo, y los andaluces, incluso por debajo de la media africana. En otra encuesta publicada en la prensa hace un par de días, los alumnos de ESO no sólo no sabían dónde estaban pinados sino que no les sonaba nada de casi nada; apenas el 60% fue capaz de responder “Guernica” a una pregunta sobre una ciudad bombardeada durante la Guerra Civil Española que empezaba por “G” y terminaba por “A”, y eso gracias a años de machacona propaganda izquierdista que de Cabra, por ejemplo, no se acuerda. Vamos, un auténtico solar, España será, si no lo es ya, el principal abastecedor de pollinos del mundo; algo es algo. Para no hacernos mala sangre y, mientras Izquierda Unida, o sea, el Partido Comunista vestido de travesti, pide que se investigue hasta sus últimas consecuencias el porqué unos niños cantaban el Himno Nacional con el brazo en alto hace dos años en no sé qué colegio valenciano, con lo de peligroso que puede ser eso para sus jóvenes cuerpos y mentes, ¡angelitos!, voy a dejar una pincelada de lo verdaderamente preocupante y que podrá servir de botón de muestra, de faro en la noche, al ciego que no sabe ver.
Cuando uno cursaba estudios de EGB y Bachillerato o BUP, en la asignatura de Lengua y Literatura Española, además de los conocimientos sobre la materia contenidos en el libro de texto y otros apuntes, tenía que leer los libros que indicaba el profesor de turno sobre los que luego se hacían trabajos y exámenes. A lo largo de los cursos recuerdo que uno tuvo la fortuna de pasar por las páginas de El Mío Cid, La Celestina, El Quijote, El Lazarillo, El Buscón, La Vida es Sueño, Los Milagros de Nuestra Señora, Las Coplas a la Muerte de Su Padre, Las Églogas de Garcilaso, Las Rimas y Leyendas de Bécquer, La Regente, Misericordia de Galdós, San Miguel Bueno, Mártir, Luces de Bohemia, La Generación del 27, Cela, Buero, Delibes y un largo etcétera. En definitiva mamábamos la historia y la evolución de las letras españolas, sin duda y sin que suponga ningún exceso de patriotismo mal entendido, las que han supuesto la cumbre del genio humano.
Pues bien, Departamento de Lengua Castellana, ya no española, y Literatura de un Instituto de Santander, no importa el nombre ya que supongo que no será excepción sino regla. Curso de 2º de ESO. Hablamos de alumnos de 13 a 14 años pues y que conste que el año pasado fue incluso peor.
LECTURAS OBLIGADAS:
-La isla del tesoro de R. L. Stevenson
-Las luces de septiembre de Ruiz Zafón
-Campos de fresa de Serra i Fabra
-El tigre que tenía miedo a las gallinas de Alfredo Gómez Cerdá
-El sabueso de los Baskerville de Connan Doyle
El Departamento, para la jornada intercultural sobre América Latina propone Quince cuentos de América Latina de Osvaldo Torres.
Los objetivos perseguidos con estas lecturas son, entre otros, “comentarios dirigidos sobre el contenido a fin de provocar debates. Preguntas sobre los elementos del relato. Utilización de fragmentos del texto para hacer composiciones”.
A su vez, y para los alumnos aventajados proponen las siguientes lecturas voluntarias:
- Seis cerezas y media de maría Méndez Ponte
- Finis Mundi de Laura Gallego
- La perla de John Steinbeck
- Maldita adolescente de María Méndez Ponte (que debe ser la nueva Rosalía de Castro)
- ¿Quién cuenta las estrellas? de Lois Lowry
Y como dije antes, el año anterior, peor. Puede alguien extrañarse de la situación actual pero la realidad es la que es, la juventud española, académicamente hablando, es una recua de jumentos llamada a una existencia vacía y plana.